Cuando una urraca descubre a un posible depredador no para de alertar con sus graznidos y de acosarlo sin importarle el tamaño de su oponente.Da igual si se trata de un águila, un zorro o incluso de un lince ibérico.En esta ocasión la podemos ver acosando a un cárabo adulto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario