Una calurosa mañana de la primavera pasada esta hembra de lince ibérico descansaba en una roca junto a sus cachorros de apenas dos meses mientras una urracas no paraban de marcarles.El graznido de las urracas me sirven muchas veces de mucha ayuda para tratar de localizar al esquivo felino.Toda una suerte para mí que aquella mañana las urracas detectaran a esta gran hembra de lince ibérico con sus cachorros en algún lugar de la Sierra Morena.
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